“El ADN es la encrucijada entre Dios y el hombre, la mezcla de lo cuántico y lo no cuántico, y vibra con la esencia de la verdad del Universo.”
Kryon a través de Lee Carroll
Durante 7 días, trabajaremos con las primeras tres capas del ADN y con los 3 primeros centros energéticos o chakras.
El primer grupo de tres del ADN funciona en conjunto y se refiere al ADN arraigado.Este grupo contiene la capa uno, el genoma Humano, que es la programación biológica del Ser Humano. Estas 3 capas conectan al ser humano a la Tierra
Durante 7 días, trabajaremos con las segundas tres capas del ADN y con los 3 centros energéticos o chakras siguientes.
Este segundo grupo de hebras en espiral corresponde al grupo de la divinidad. Estas hebras están entrelazadas. Las capas cuatro y cinco juntas son la esencia de la divinidad en el planeta. Representan el “nombre” en el cristal del Registro Akásico. Estas 3 capas corresponden al Agrupamiento Angélico. Desde este grupo ocurre la co-creación, también se puede manifestar y cambiar la materia. Este grupo es la que emana la energía de equilibrio y sabiduría. Estas 3 capas son las que nos hacen comprender de donde provienen los milagros.
Durante 7 días, trabajaremos con el tercer grupo de tres capas del ADN y con los 3 terceros centros energéticos o chakras.
Este tercer grupo actúa como códigos que energizan las columnas que sostienen al árbol de la vida. Este grupo da la energía para el poder ascendente y descendente de la Presencia Divina. La activación del tercer grupo de capas activa la filiación viviente de los seres humanos que toman la responsabilidad de hacer la Voluntad del Padre. Es el Oficio del Cristo, o el Amor Divino que se realiza a través de la cruz cósmica.
Durante 7 días, trabajaremos con las tres últimas capas del ADN y con los últimos 3 centros energéticos o chakras.
Este cuarto grupo permite la activación del cuerpo trinitizado y la recodificación de los átomos y moléculas del cuerpo humano. En este último grupo se activa el árbol de la vida, que nos hace plenamente conscientes de Dios en nuestro interior y así podemos reflejar sus atributos externamente. Activar el árbol de la vida en nosotros, equivale a activar las geometrías sagradas del Zohar, que nos permite crear la luz en nuestro interior y reflejarla circundantemente. La activación de este cuarto grupo de capas de ADN libera el poder de los cuerpos inferiores.
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