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Nuestros ciclos vitales se desarrollan en periodos de 7 años. Cada 7 años completamos un ciclo y es el tiempo que tarda en renovarse nuestro sistema celular. Estos ciclos vitales o septenios, tienen que iniciarse y cerrarse. Cada vez que no cerramos un ciclo lo arrastramos al siguiente sin haberlo concluido, por lo que el ciclo siguiente será más caótico que el anterior.
La ley de los ciclos, nos dice que todo tiene un principio y un final, todo comienza y acaba, el problema es cuando tenemos que iniciar ciclos y no queremos hacerlo o tenemos que acabar un ciclo y nos resistimos a acabarlo. Es entonces cuando los aprendizajes de los ciclos no abiertos o no acabados se mezclan y empezamos a vivir en la confusión. Todo tiene un orden y no se puede mezclar el orden natural.
Ciclos vitales de 7 años = Personalidad
Ciclos almicos = Estados de consciencia
Trabajar con nuestros ciclos nos ayuda a saber que ciclos no quisimos iniciar o no quisimos acabar, para poder hacerlo y regular de nuevo nuestros ciclos almicos. Es importante ser conscientes de estos ciclos y aceptarlos, asumiendo en cada uno de ellos los aprendizajes y experiencias que teníamos que vivenciar, de lo contrario, en muchas ocasiones no sabemos porque la vida no es aquello que nosotras anhelamos o porque se repiten situaciones y relaciones de ciclos pasados y es que si no empezamos y acabamos el ciclo de forma consciente, vamos arrastrando aprendizajes y aspectos de los ciclos inconclusos, ciclo tras ciclo. Muchos seres se quedan anclados en los ciclos inconclusos.
Trabajar con nuestros septenios nos ayuda también a conocer el ciclo en el que vamos a entrar y que nos va a tocar trabajar y aprender. No son los mismos aprendizajes y las mismas vivencias las que experimentamos a los 7 años que a los 28. En realidad cada 7 años cambia todo, no solo el ciclo en sí, sino que cambiamos físicamente, mentalmente, emocionalmente, conductualmente, vivencialmente y energéticamente.
El 7º septenio a los 49 años es de cierre. Es el septenio que cierra el ciclo de 7 x 7 y es un ciclo en el que tú, ya deberías conocerte totalmente a todos los niveles.
El octavo y noveno septenio son repeticiones de anteriores septenios, al igual que el resto de septenios a partir de los 63 años. En función de si abriste y cerraste tus ciclos correctamente y desarrollaste los 7 niveles de consciencia principales, se desarrollaran de una forma u otra y podrás alcanzar un nivel evolutivo más elevado.
El ser humano transita por 9 septenios principales que están divididos en tres etapas:
Los septenios del cuerpo de los 0 a los 21 años: Maduración física
Los septenios del alma de los 22 a los 42: Maduración anímica
Los septenios del espíritu de los 43 a los 63: Maduración espiritual
Esta trilogía se vincula a que el ser humano está compuesto de cuerpo, alma y espíritu
Este trabajo con los septenios, es en sí mismo un trabajo evolutivo que nos ayuda a conocer los aprendizajes que hemos hecho o tendríamos que haber hecho y como nos desenvolvemos en la vida. Esto nos ayuda a comprender porque estamos experimentando nuestra vida de determinada manera y a poder educar nuestra personalidad.
Cuando estamos viviendo desde una personalidad que no ha completado sus ciclos, hay disparidad entre el adentro y el afuera, la personalidad actúa separada de nuestra alma. Cuando trabajamos nuestra personalidad y esta se vuelve transparente, la cohesionamos con nuestra alma y se convierte en el vehículo para que el alma se pueda expresar en el mundo de la materia.
Cuando completo ciclos y voy desarrollando los 7 niveles de consciencia base, alquimízo mis niveles de consciencia más terrenos en niveles de consciencia superior a través del corazón y el amor. Esta alquimia me lleva a manifestar la Mujer Divina que soy en realidad, en plena consciencia y abundancia.
Contenemos en el cuerpo 7 centros energéticos principales. Aunque a nivel 5D tenemos alguno más, vamos a trabajar con los 7 básicos. Las mujeres contenemos un chakra interno uterino muy importante en la zona del segundo chakra, el chakra Kundalini. En el interior de nuestro útero es donde reside la energía Kundalini.
El nivel de la personalidad más terrena la desarrollamos durante los 3 primeros septenios (De los 0 a los 21 años) y es cuando en cada uno de ellos, desarrollamos uno de los centros energéticos inferiores. Chakra raíz, Segundo chakra y chakra Kundalini las mujeres y el plexo solar.
El chakra raíz desarrolla el poder de la Tierra a través del útero de Gaia entre los 0 y los 7 años
El segundo chakra desarrolla la consciencia espiritual entre los 8 y los 14 años, además en las mujeres empieza desarrollarse el chakra Kundalini con la menarquia o primera menstruación, la Diosa empieza a manifestarse en el útero
El plexo solar desarrolla la consciencia cristal o crística entre los 15 y los 21 años
El chakra corazón desarrolla la expresión de la pureza del alma a través de la personalidad entre los 22 y los 28 años
El chakra garganta desarrolla la alquimia a través del útero de la Madre Divina entre los 29 y los 35 años
El tercer ojo desarrolla la supra consciencia entre los 36 y los 42 años
El chakra corona desarrolla la consciencia de lo que somos en esencia entre los 43 y los 49 años, el amor diamante
Cuando la personalidad y el alma se unen, es cuando has desarrollado los 7 niveles de consciencia. Tus ciclos vitales de 7 años y los aprendizajes que tendrás que asumir, es algo que puedes prever conociéndolos de antemano, lo cual no significa que puedas saltarte los ciclos que tienes que vivir o que eso te de un conocimiento completo de lo que vas a vivir.
Lo que significa es que si conoces de antemano los aprendizajes que tienes que asumir y el desarrollo que tienes que hacer, te será más fácil iniciar ese ciclo con consciencia, sabiendo, que es un ciclo de crecimiento y evolución que tienes que empezar y acabar en el tiempo correspondiente para cada cosa, poniendo fin a arrastrar y a mezclar ciclos.
Cada septenio está vinculado a uno de los niveles de consciencia de la Flor de Lis.
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La Flor de Lis tiene las 3 hojas de abajo unidas en su centro por el corazón del loto con las 3 hojas de arriba.
Las 3 hojas inferiores son el nivel de la personalidad más terrena
El centro es el alma expresándose a través de la personalidad
Las 3 hojas superiores son cuando empiezo a trabajar conscientemente mi parte espiritual
Cuando la personalidad y el alma se unen, es cuando has trabajado los 7 niveles de consciencia de la Flor de Lis y los 7 niveles se han restablecido.
Perder el miedo a abrir y cerrar ciclos te lo da el poder de la tierra
Como tienes que abrir y cerrar ciclos te lo da la consciencia espiritual
El cómo tienes que manifestar ese ciclo te lo da la consciencia crística
El grado y la intención del ciclo te lo da el corazón del loto
El atreverte a cambiar las cosas te lo da la alquimia
El discernimiento y la claridad para dejar de entrar en confusión mental te lo da la supra-consciencia
Atreverte a brillar como tú te mereces porque eres una estrella con luz propia te lo da el Amor diamante
Conocer los ciclos que abrirás y lo que tendrás que aprender entonces, será una guía para que no repitas el error de no empezar y cerrar los ciclos que te toca desarrollar.
El Poder de la Tierra, la conciencia espiritual y la consciencia cristal, es lo que tendríamos que desarrollar de base en nuestros primeros 3 ciclos vitales o septenios si experimentáramos esos ciclos en equilibrio. Ellos nos darían la base sólida, para que cuando entráramos en el cuarto septenio, tuviéramos establecido el amor en nuestra relación con nosotras mismas y con los demás. Entonces estaríamos experimentando la plenitud del camino del corazón y nos ubicaríamos en la pureza del corazón.
La pureza de corazón es la intención que tú le pones a tus acciones, pensamientos, sentimientos y palabras. El sendero de la manifestación de la consciencia y la abundancia sería lo natural, porque habríamos ido experimentando los ciclos de experimentación del alma, sin que la personalidad obstaculizara la manifestación de la esencia.
Ubicad@s en el corazón y en el amor, elevaríamos nuestra consciencia a una octava superior y desarrollaríamos la alquimia, la supra-consciencia y la consciencia del amor diamante que somos en esencia.
La abundancia en su forma material, es decir la prosperidad económica, viene del poder de la Tierra, la consciencia espiritual y la consciencia cristal. El desarrollo equilibrado de esta alineación vinculada a la energía de la tierra, es lo que determinara el tipo de abundancia material que desarrollaras a lo largo de tu vida.
NOTA ACLARATORIA: En la Tierra tenemos un concepto erróneo de como cumplimos los años. Cumplir años es celebrar momentos vividos y aceptar los procesos y aprendizajes experimentados. Cuando cumplimos años no los estamos iniciando, sino finalizando. Cumplimos un año de edad cuando ya lo hemos vivido no cuando vamos a empezarlo. Muchas personas entran en crisis al cumplir los 40 o los 50 y creen que están iniciando ese año de su vida, lo cierto es que celebramos que ya los hemos finalizado. La crisis tendría que llegar a los 39 o a los 49, porque ahí estamos finalizando esa edad e iniciando la siguiente, es decir los 40 o los 50.
Son muchos los que cuando hablan de los septenios hablan de los 0 a los 7, de los 7 a los 14 etc. Esto es incorrecto, porque el septenio finaliza en el momento en que cumplimos el año, es decir, el primer septenio lo finalizamos al cumplir los 7 años que es el momento en el que iniciamos los 8, al igual que iniciamos el segundo septenio con 8 y lo finalizamos al cumplir los 14. Cumplimos años al finalizarlos e iniciamos el siguiente septenio con el inicio del siguiente año.
Primer septenio (0 A 7) – Enraizamiento a la Tierra que es el cimiento de la autoconfianza y la confianza en el mundo y de la manifestación de la materia
Durante la gestación incorporamos en nuestro ser, todas las emociones y el temperamento de nuestra madre. Esto significa que de base, naceremos con todo lo que nuestra madre experimento durante la gestación y eso es lo que vamos a manifestar durante nuestro primer septenio. Hasta los 7 años vamos a vivir las influencias de lo que nuestra madre hizo durante el embarazo. Alimentación, temperamento, emociones y conflictos experimentados durante nuestro periodo en el vientre es lo que vamos a heredar durante esos 9 meses de gestación y lo que se va a impregnar en nuestro sistema celular.
Durante nuestros primeros 7 años de vida nuestra base de desarrollo es la energía femenina de la madre. La energía vital que nos sustenta la tomamos de nuestra madre a través del cordón umbilical que nos une a ella durante el periodo de gestación y una vez natas, seguimos unidas al útero materno a través del cordón umbilical energético.
Una vez fuera del vientre materno necesitamos un entorno de amor, que nos haga sentir que estamos a salvo, protegidas y con seres que nos aman, necesitamos un nido afectivo que nos brinde el espacio que sustituye el vientre materno. Este nido tiene que ser un espacio confortable pero lo más importante no son las condiciones físicas del mismo, sino el amor que recibamos en este nido.
Llegados a este punto creo que es importante que sepas, que la familia terrena la elegimos y lo hacemos en función de ver que esas personas elegidas, van a ser las que nos brinden la posibilidad de realizar los aprendizajes que almicamente ya decidimos en nuestro plan de vida. Esto significa que no siempre o podría decir en raras ocasiones, nuestra familia terrena es la misma que nuestra familia almica o nuestra familia estelar.
Este nido es el primer espacio, una vez natas, en el que vamos a echar raíces y a establecer un vínculo por años. Este hogar se establece durante el primer ciclo como nuestro lugar en el mundo, donde nos dan cobijo, seguridad, protección, nutrición, calor y reconocimiento. Todos estos aspectos básicos y primordiales, son lo que necesitamos vivenciar y experimentar y nos permitirán estructurarnos en la confianza en nosotras mismas y en el mundo. Estos aspectos, transmitidos desde nuestros padres, son los que establecerán las bases de la confianza, la seguridad y el enraizamiento a la materia para nuestra vida.
En este primer ciclo somos esponjas de los modelos femenino y masculino que tenemos en nuestro padre/madre, hermanos/hermanas y abuelos/abuelas. Todas las vivencias quedaran impregnadas y grabadas de manera global porque nosotras de los 0 a los 7 años, somos una globalidad orgánica, emocional, y espiritual.
Percibimos y recibimos al mundo exterior a través de los sentidos, que son como ventanas que se abren al nacer y nos conectan con el mundo exterior. En este ciclo somos como un solo órgano sensorio que no tiene filtros, la percepción no es nítida, pero lo que sucede a nuestro alrededor, nos envuelve y nos llega con mucha fuerza. Percibimos como totalidad el cariño o la hostilidad, por ejemplo. Si hay características de ansiedad, tristeza, rabia o crítica en la voz de nuestra madre, o nuestro padre, lo percibiremos y nos sentiremos rechazadas o abandonadas, sentiremos que algo no anda bien en nosotras. La mirada amorosa de nuestros padres es la estructura de la confianza base en nosotras mismas y en el mundo. En los ámbitos en los que no fuimos reconocidas, nutridas, valoradas o nos descalificaron de algún modo, nos estructuraremos desarrollando la inseguridad y la falta de confianza en nosotras mismas.
Es una etapa de ENTRADA a la vida de la formación del SER, todo es nuevo, hay mucha vulnerabilidad y fragilidad y por lo tanto dependencia en los valores de los padres, de alguna manera podríamos decir que somos como arcilla en las manos formativas de la madre y el padre fundamentalmente.
Durante este primer ciclo aprendemos por imitación, las impresiones exteriores penetran profundamente en nuestro organismo interfiriendo hasta en la estructuración de los órganos. El comportamiento, las acciones y las palabras de nuestros padres los absorberemos y los desarrollaremos como propios y a medida que crezcamos es probable que actuemos de la misma manera, tal vez sin saber ni recordar la razón de nuestra conducta.
En este ciclo es muy importante que nuestros padres aprendan a cohesionar sus personalidades para guiarnos y educarnos en este primer tramo de nuestra vida terrena, lamentablemente esto se da un muy pocas ocasiones.
Nuestra madre tiene una personalidad, una cultura, unas creencias y unos patrones condicionantes heredados de sus propios padres. Nuestro padre tiene también su propia personalidad, creencias y patrones heredados de los suyos. Normalmente nuestros padres no han cerrado sus ciclos ni han desarrollado los niveles de consciencia que en el ciclo que se encuentren cuando nosotras nacemos, tendrían que haber desarrollado, de hecho la mayoría ni siquiera saben que tienen ciclos y niveles de consciencia que desarrollar.
Los procesos propios de cada uno de ellos, hace que cada uno nos transmita cosas distintas y nosotras vamos absorbiendo de ambos. Esta disparidad entre lo que nos transmite la madre y lo que nos transmite el padre, crea una división interna.
Si mama dice blanco y papa dice negro, nosotras como niñas empezamos a desarrollar el miedo a la soledad y a no ser aceptadas y amadas si nos posicionamos en el blanco o en el negro. Sentimos que uno de los dos se va a sentir decepcionado y va a dejar de querernos. Esto hace que empecemos a experimentar el chantaje emocional ¿Con que me quedo de lo que me transmiten?, que desarrollemos la concesión de complacer a ambos y que empecemos a perder la autoestima. En este ciclo es donde las creencias transmitidas por nuestros padres, empiecen a grabarse en nuestro subconsciente.
Si nuestros padres no nos educan desde la cohesión de sus valores, en la autoestima y el poder interior, la división que se crea te quita el poder y no te deja desarrollar la consciencia del poder de la Tierra.
La división no solo se crea por la disparidad educativa de los padres, sino por experimentar la experiencia de padres separados, abandonos, malos tratos e incluso tener unos padres que trabajan tanto, que su tiempo para estar con nosotras es muy escaso.
En este ciclo es muy importante que vivenciemos en plenitud, que EL MUNDO ES BUENO Y AMOROSO. La bondad y el amor están impresos en nuestro cuerpo y necesitamos recibir bondad y amor como alimento.
Durante este ciclo es muy importante el contacto físico afectivo con nuestros padres, especialmente con la madre. Es un ciclo de abrazos, de mimos, de caricias amorosas y de sentirnos protegidas. Si durante este ciclo por ejemplo, tus padres no te abrazaron y no te enseñaron a abrazar, después serás de esas personas que no saben abrazar o se sienten incomodas ante un abrazo y no sabrás porque.
Este es el ciclo del desarrollo de nuestro sagrado femenino interior. Nuestro sagrado femenino es la energía de la creación, de la globalidad, de la unidad. Es una energía inclusiva, nutridora, abrazadora de todo. En su forma más terrena es la energía del útero de Gaia, en su forma elevada es la energía del útero de la Madre Divina.
Hace años las madres, eran las que más tiempo pasaban con sus hijos. No tenían un trabajo fuera de casa y eran las que se encargaban de educar en hábitos alimentarios, hábitos de higiene, juegos, canciones, etc. Escolarizar a los niños a edades muy tempranas no era necesario.
Hoy los niños se escolarizan desde bebes. La mayoría va a guarderías, después entran en párvulos y después entran en primaria hasta 6º. De ahí pasan al instituto hasta los 16 y a partir de ahí dependerá de si quiere estudiar, trabajar o vaguear.
La mayoría de niños de entre 3 y 7 años, no solo están escolarizados sino que además realizan actividades extra-escolares. Yo soy educadora y siempre me ha parecido un absurdo que un niño/a de 3 años tenga actividad extra-escolar de inglés por ejemplo.
Este ciclo es la base de tu desarrollo personal, es el ciclo de afianzarte en el mundo físico en el que vas a vivir y en ti misma a través de la consciencia del poder de la Tierra. Este ciclo también es vital, porque es el ciclo en el que tienes que transformar y soltar para liberarte de la herencia emocional de la madre, para crear tu propio cuerpo físico y emocional, condicionado por la herencia adquirida durante la gestación.
Con el cambio de dientes, se completa el proceso de cambio físico se establece el cuerpo propio que se va a desarrollar y a madurar durante la etapa de crecimiento. De los 0 a los 21 años, se produce esta maduración física. Los dientes de leche contienen la información genética y emocional de nuestra madre y fijaos si nuestra materia es inteligente, que para facilitar la transformación y liberación de la herencia que adquirimos durante el periodo de gestación, esos dientes de leche que están dentro de nuestras encías, salen hacia afuera cuando aún somos bebes para después caerse y ser reemplazados por los dientes propios que nos van a acompañar el resto de la vida.
Este salir al exterior para acabar cayéndose no es más que la liberación de la herencia ineludible que hemos adquirido durante el periodo de gestación.
Lamentablemente nuestros padres no están preparados para guiarnos a través de esta transformación, por lo que aquello que no conseguimos transformar y liberar, nos acompaña a los siguientes septenios, creando el caos emocional interno.
Como os decía la base durante este septenio es la energía femenina y nuestra relación con ella, tanto a nivel madre como a nivel interno. De forma natural imitamos a nuestros padres en todo, especialmente a nuestra madre y a partir de los 5 años a nuestro padre.
Es en este ciclo donde tenemos que desarrollar el Poder de la tierra.
La consciencia del Poder de la Tierra: Esta es la hoja central inferior y se corresponde con el primer septenio. Esta consciencia integra el poder que emana de la tierra y se ancla en el ser humano. Es un poder interno derivado y recibido con la correcta conexión y nuestra relación con lo femenino. Nuestra relación con lo femenino determina nuestra relación con la Madre Tierra, que es la que nos da las raíces para crear y consolidar una base sólida en nuestra vida humana y nos ayuda a desarrollar correctamente el chakra raíz. Desarrollar correctamente este centro crea y consolida un alineamiento de la columna y establece la base del equilibrio de los 2 chakras principales inferiores, que desarrollaremos en los siguientes dos septenios de nuestra vida y cuya fuerza y estabilidad se necesita para mantener el corazón abierto.
Durante el primer septenio estamos en fase de “descubrir de nuevo” el mundo al que llegamos. En este descubrir el mundo que nos recibe, está el afianzarnos de nuevo en el mundo de la materia física, por eso es tan importante que ya de niñas estemos en contacto con la naturaleza, con los animales y nos eduquen en el respeto y el amor a la Madre Tierra. El pilar de esta "columna de poder" que desarrollamos en los 3 primeros septenios, viene de la integración en nuestra realidad humana y en nuestra comprensión que la energía vital que recibimos permanentemente, proviene de la Madre Tierra y eso es lo que nos permite mantener la vida y el reconocimiento de que el material biológico y nuestra inteligencia celular es un regalo de Gaia. Somos una célula de la Madre Tierra y con su infinita generosidad, reconocemos, el honor y el respeto, el cuidado y la bendición diaria de este precioso legado que la madre biológica nos entrega a nuestro Ser Divino para poder cumplir nuestra misión en esta encarnación.
El poder de la Tierra es la Autoestima, la identidad, el trascender las creencias, empoderarte, enraizarte en el aquí y el ahora. Cuando no tenemos poder, tenemos que ir a donde lo hemos perdido.
Todas deberíamos celebrar el final y el inicio de nuestros ciclos de 7 años, pues son el desarrollo humano de nuestra personalidad y de nuestra alma, pues vamos del desarrollo más humano al desarrollo más espiritual.
Personalidad – Exterior – Ver donde he perdido el poder
Almico - Identidad – Interior
Durante el primer septenio estamos desarrollando el chakra raíz. Este primer centro energético es el sostén, la relación con los padres, especialmente con la madre, la relación con nuestro linaje y la herencia ancestral de este. Es el chakra que nos enraíza a la Tierra y está ligado a la libre conciencia, a sentirnos seguras de nosotras mismas y en que la materia nos sostiene, a crear vínculos sanos y fuertes con la familia, a confiar y cree en nuestros potenciales y en que la vida nos sostiene, a enraizarnos en nuestro equilibrio interior y el sentimiento de tener nuestro lugar en el mundo. Es la base de la abundancia que vamos a manifestar a lo largo de la vida.
La energía en este chakra se extiende fuera hacia la tierra y nos permite manifestar la energía del alma en forma física, al nivel de la realidad densa, material. En vista de su extensión hacia fuera y del tipo de manifestación de la energía en el chakra raíz, en este chakra predomina la energía masculina. Un chakra nunca es completamente masculino o femenino, pero se podría decir que aquí la energía masculina es dominante.
Cuando no lo desarrollamos equilibradamente durante este ciclo, produce sentimientos de soledad, culpa, timidez, egoísmo, desconfianza, desprotección, sensación de abandono y apego. El incorrecto desarrollo de este chakra nos hace sentirnos desenraizadas, inseguras y hace que nos cueste encontrar nuestro lugar en el mundo.
Desarrollar este nivel de consciencia nos lleva a perder el miedo a abrir y cerrar ciclos, esos miedos que hemos adquirido en el primer septenio porque nuestros padres tampoco cerraron sus ciclos y nos transmiten exactamente lo que ellos vivenciaron con matices distintos. No es una cuestión de culpabilizar a nuestros padres, ellos son el reflejo del espejo de sus padres y nosotros somos el reflejo del espejo de los nuestros. Nosotras no hemos cerrado nuestros ciclos, pero ellos tampoco.
El ciclo desarrollado desde el equilibrio del nido te aportara: Confianza y seguridad, autoestima, creatividad, libertad de ser como eres de forma innata, plenitud en tus experiencias de infancia y enraizamiento, transformación y liberación de la herencia materna, inicio del desarrollo de tu propia identidad.
En este septenio necesitamos:
Dialogo = Ser escuchadas
Respeto = Ser valoradas
Bondad = Ser tratadas con amor
Es un ciclo en el que tenemos que aprender:
A transformar la herencia emocional y conductual adquirida en el vientre materno
A conectar con nuestro mundo interno
A relacionarnos con los demás (Lo aprendemos por imitación de nuestros padres)
A amar la naturaleza, a los animales y a los elementales
A tener devoción por la vida
El ciclo no completado, no cerrado y no desarrollado desde el equilibrio del nido te sumergirá: En la inseguridad, en la falta de confianza en ti misma, en manifestar una personalidad condicionada para complacer a tus padres, en la pérdida de la autoestima y en el inicio de la pérdida de tu poder interior. (Recuerda que perdemos el poder entre los 0 y los 14 años). Si no has transformado y liberado la herencia que traes de base, a lo largo de tu vida manifestaras esa herencia, te anclaras en el pasado, te atraparas en el presente y temerás al futuro e iras acumulando en tu mochila personal miedos, heridas e inseguridades. Empezaras a desarrollar la personalidad ego que oculta como eres por dentro y manifiesta en el mundo lo que no eres para protegerte.
Te quedaras anclada en las creencias limitantes y en las programaciones erróneas que no te pertenecen y no establecerás las raíces profundas con el poder de la tierra que te brindaran tu desarrollo humano equilibrado a lo largo de tu vida.
Hábitos que adquirimos si el entorno no potencia nuestro correcto desarrollo:
Violencia
Falta de hábitos
Gritos
Desarrollo intelectual precoz
Este ciclo es vital porque da la base a cómo vas desarrollar tu consciencia, tu abundancia y tu ser, en los siguientes septenios. Trabajar en cerrarlo y transformarlo no solo te ayuda a ti, si tienes hijos o quieres tenerlos, te ayudara a guiarlos a ellos a desarrollar sus ciclos con consciencia y si ya lo han vivido porque tienes hijos mayores, te ayudara en su tiempo perfecto a guiarlos en ese cierre que tú misma has transitado.
Para cerrar este ciclo y desarrollar el poder de la tierra en ti, vamos a iniciar tomando consciencia de nuestro primer septenio a través de responder a las cuestiones que encontrarás a continuación. Anota tus respuestas para poder reflexionar y trabajar con ellas posteriormente.
1. Como naciste ¿Por parto natural, inducido, prematuro?
2. ¿Fuiste una niña deseada?
3. ¿Qué edad tenían tus padres cuando tú naciste?
4. A quien te parecías más ¿A tu madre, a tu padre?
5. ¿Alguno de tus progenitores tenía alguna enfermedad? ¿Cuál?
6. ¿Hubo enfermedades psíquicas, terminales o adicciones en tu base familiar?
7. ¿Te pusieron algún sobrenombre o mote? ¿Quién te lo puso?
8. ¿Qué nacionalidad, lengua, profesión, tenían tus padres?
9. ¿En qué paisaje, en qué casa, transcurrió tu niñez?
10. ¿Había jardín?, ¿Tenías tu propia habitación?
11. Describe tu casa, el entorno, el pueblo o la ciudad, la cultura
12. ¿Vivían otras personas en tu casa?
13. ¿Cuál fue tu lengua materna?, ¿Qué otros idiomas se hablaban?
14. ¿Hubo mudanzas en ese tiempo?
15. ¿Qué impresiones sensoriales recuerdas (olores, colores, tonos, contactos) en relación con el país, la zona, la Naturaleza, el jardín, la casa, los animales, hombres, elementos?
16. ¿Qué actividades, juegos, imitaciones recuerdas?
17. ¿Cómo eran las vivencias de la Naturaleza?, ¿Vivían los reinos de la Naturaleza en ti?
18. ¿Vivías en un entorno religioso o ateo?
19. ¿Cómo era el ritmo del día: levantarse, dormir, comidas?
20. ¿Se festejaban las fiestas de fin de año?
21. ¿Cómo era el calor del nido materno?
22. ¿Cuál es tu primer recuerdo?, ¿Cuándo dijiste "yo"?
23. Control de los esfínteres. Cambio de dientes.
24. ¿A qué edad comenzaste a ir a la escuela?
25. ¿Recibiste leche materna, cómo fue tu alimentación?
26. ¿Cuándo comenzaste a andar, hablar?
27. ¿Cuál era el sentimiento básico (color, movimiento, imagen)?
28. ¿Cómo fue la relación con tu madre y con la parte femenina?
29. ¿Cómo fue la relación con tu padre y la parte masculina?
30. ¿Tenías más hermanos? ¿Qué lugar ocupas en el orden de edad de tus hermanos y como era tu relación con ellos?
31. ¿Cómo era la relación con tus abuelas y la parte femenina de tu familia?
32. ¿Cómo era la relación con tus abuelos y la parte masculina?
33. ¿Cuál de las dos partes estaba más presente en tu familia, la femenina o la masculina?
34. ¿Cómo era el entorno humano que había en tu hogar?
35. ¿Qué costumbres familiares se han grabado en tu vida?
36. ¿Qué esperaba de ti tu madre?
37. ¿Qué esperabas tú de tu madre?
38. ¿Cómo era tu mundo sentimental? ¿Te sentías amada, protegida, reconocida?
39. ¿Tu madre jugaba contigo, te contaba cuentos, cantabais y te demostraba su amor a través de caricias, mimos, palabras afectuosas y abrazos?
40. ¿Tus padres te dedicaron tiempo o trabajaban los dos y fuiste escolarizada muy temprano?
41. ¿Tuviste cargas impropias de tu edad? Cuidar de tus hermanos, tener que madurar precozmente etc.
42. ¿Cómo eras físicamente?
43. ¿Eras una niña introvertida, extrovertida, tranquila, nerviosa, atenta, distraída, soñadora?
44. ¿Tenías miedos, sentías dolor, rabia, incomprensión? ¿Qué miedos desarrollaste durante este ciclo de tu vida?
45. ¿Cómo vivías las prohibiciones y los castigos?
46. ¿Sufriste enfermedades, accidentes?
47. ¿Tuviste que sufrir heridas internas y privaciones?
48. ¿Sufriste malos tratos o viste malos tratos en tu casa?
49. ¿Cuáles fueron los acontecimientos más importantes durante este ciclo?
50. ¿Hubo alguna experiencia vivencial de alto impacto emocional durante este ciclo?
51. En este momento ¿En qué aspectos sientes que este primer ciclo ha marcado tu vida?
52. ¿Crees que fue en este septenio en el que te quitaron tu poder y te arrebataron tus sueños?
53. ¿Qué aprendizajes crees que no asumiste y que aspectos de este ciclo crees que no has podido cerrar y has ido arrastrando a los siguientes septenios?
54. ¿En qué te pareces a día de hoy a tu madre? ¿Y a tu padre?
Anota tus respuestas en tu libreta y reflexiona sobre ellas intentando realizar el proceso de comprensión del porque no cerraste este ciclo. La comprensión en este trabajo es fundamental, ya que no se puede cerrar aquello que no se comprende. En este ciclo, la figura femenina es muy importante. Durante los 7 primeros años seguimos estrechamente unidas al útero materno, por lo que el vínculo con lo femenino es muy importante. Es un tiempo de establecer las raíces sólidas que nos harán desarrollarnos mujeres sanas emocionalmente para poder después relacionarnos con el mundo de una manera sana.
Hasta los 7 años funcionamos a través del juego, por imitación y absorción de nuestro entorno familiar cercano. Es el tiempo en el que necesitamos sentirnos protegidas y amadas para desarrollar la confianza en nosotras mismas y en el mundo que nos rodea. En función del modelo familiar que hemos experimentado durante este ciclo, nuestras raíces serán fuertes o débiles y al llegar a los 7 años, que es una época de grandes cambios, porque todo cambia: nuestro físico, nuestra esfera emocional, intelectual y social, no solo cambia nuestro cuerpo, sino nuestra conciencia y nuestra conexión con el mundo.
No cerrar este ciclo implica que iniciaremos el próximo con aprendizajes del primer ciclo inconclusos, por lo que nuestro segundo ciclo vital será un caos y una prolongación del que supuestamente tendríamos que haber cerrado, que no solo contendrá aprendizajes pendientes, sino que estos aprendizajes pendientes, marcaran el cómo vivenciemos el segundo ciclo de 7 años.
Haz un esquema del primer septenio, con los acontecimientos más devastadores o que te dejaron más marcada en ese ciclo y cuales crees que fueron los detonantes de no cerrar ciclo
Toma la lista de los miedos que desarrollaste y escribe para cada miedo:
La causa que lo creo
El efecto que tuvo durante el primer ciclo
El efecto que ha tenido a lo largo de los siguientes ciclos
Cuestiona cada uno de esos miedos y si tiene algún sentido que sigas manteniéndote en él
Trabajando con María Magdalena
La Maestra María Magdalena te brindará guía, información, sanación, claridad y fuerza interior para que puedas cerrar los ciclos y asumir los niveles de consciencia de la Flor de Lis, pero el trabajo consciente que implementes en ti mismo/a, es la clave de que recojas los frutos que tanto ansias, cerrar todo aquello que ya no es y ascender en consciencia.
Cada semana trabajaras con los distintos ciclos de tu vida y los distintos niveles de consciencia, pero recuerda que el resultado depende absolutamente de ti, del tiempo que te dediques a ti misma y a tu evolución. Trabajamos con María Magdalena porque tenemos tendencia a guardar las experiencias traumáticas en el inconsciente y trabajar con la Maestra hace que ella pueda ayudarnos a sacar lo que guardamos ahí.
Trabaja consciente y profundamente durante 7 días consecutivos con este ciclo/nivel de consciencia. Cada mujer Divina tendrá su ritmo y experimentara procesos distintos. Esto significa que habrá personas que podrán cerrar cada ciclo en un tiempo distinto. Si no cierras el primer ciclo y asumes el primer nivel de consciencia no podrás cerrar el segundo ciclo ni asumir el segundo nivel de consciencia y así con el resto de ciclos y niveles de consciencia, así que dedícate tiempo porque tú, eres tu primera prioridad.
Metodología de comunicación
Tras haber realizado la toma de consciencia a través de las preguntas sobre las que hemos reflexionado
Abre tu espacio sagrado invocando la presencia de María Magdalena
Pon tus manos en tu chakra corazón
Visualiza una esfera de luz dorada en el centro de tu corazón
Solicita a la Maestra: Amada Maestra María Magdalena, solicito tu asistencia y guía amorosa para que me brindes la información de la que no soy consciente y que percibo desde la percepción subjetiva del dolor y quizás recuerde distorsionada del ciclo de mi primer septenio, para poder aprender, sanar, liberar y cerrar ese ciclo que en este sagrado ahora tiene que cerrarse para el bien más elevado de mi desarrollo humano y espiritual
Respira profundamente 3 veces llevando, con el poder de la intención, la respiración hasta tu chakra raíz
Siente como de tu chakra raíz se extienden raíces hasta el corazón de la Madre tierra y te enraízan a ella. Visualiza la triple llama Magdala en tu chakra raíz
Siente la presencia de María Magdalena
En este momento se abre la comunicación con la Maestra que va a brindarte la información de todo aquello que necesitas aprender, liberar y sanar de tu primer septenio
Puedes preguntarle lo que desees al respecto, pedirle que te aclare in situ aquello que te cree dudas y pedirle pautas de trabajo consciente para poder cerrar y dar por acabado el primer septenio
Recoge las respuestas a través de la escritura (abriendo los ojos para escribir) o grabarte con el móvil (Si ves que te dispersas al abrir los ojos)
Solicítale ahora que te brinde la información de aquellos aspectos pendientes para el desarrollo completo de la consciencia del poder de la Tierra
Cuando finalice la comunicación, solicita a la Maestra que equilibre tu chakra raíz y sane la energía residual contenida en ese centro energético con la triple llama activa en él y que te ayude a hacer el proceso de comprensión de todos los aspectos inconclusos de este primer septenio (Tanto de los que tú has tomado consciencia en el primer ejercicio, como de los que te ha develado ella porque tú no eras consciente)
Solicítale las pautas de trabajo específico que tienes que llevar a cabo de forma consciente tanto para asumir los aprendizajes y cerrar ciclo como para desarrollar de forma consciente la consciencia del Poder de la Tierra
Al finalizar, agradece a la Maestra y cierra el espacio sagrado. Permanece unos minutos en absoluta quietud, permitiendo que la energía sanadora de la Maestra circule por tu cuerpo
Rito de paso Un rito de paso es cuando transitamos de un estado de consciencia a otro. Por ejemplo cuando transitamos de niña a niña cíclica a través de la menarquia o de niña a mujer posteriormente. Volvemos a realizar un rito de paso cuando llegamos a la menopausia. Al finalizar cada septenio estamos realizando un rito de paso así como cuando vamos desarrollando cada nivel de consciencia. Cada rito de paso lo realizaremos 7 días consecutivos.
Antes de realizar el rito de paso del poder de la Tierra y habiéndote reconciliado energéticamente con el femenino materno, realiza el siguiente ejercicio.
Siéntate en posición de meditación
Disponte a cancelar la programación errónea que puedas haber desarrollado de tu madre a través de tu relación con el femenino materno:
Yo (Tu nombre legal), aquí y ahora entrego la programación errónea que desarrolle a través de mi relación desequilibrada con el femenino materno de la escasez y la carencia. Jamás me ha pertenecido, jamás la he necesitado y hoy corto y cancelo aquello que jamás ha estado en mi esencia, liberándome de esta programación. Gracias (x3) Hecho está (x3)
Respira profundamente sintiendo como tu Divinidad interna cancela esa programación de tu ser
Visualiza a tu madre y desde el más profundo amor, compasión y humildad solicítale: Mi Madre amada, te solicito con amor y humildad que me bendigas y me des la energía prospera de la abundancia. Gracias por ser el vehículo físico a través del cual encarne en esta bendita Tierra Gracias (x3) Hecho está (x3)
Invoca a tus ancestros (Tú has desarrollado las carencias de la programación del femenino materno al igual que tu madre lo desarrollo de sus referentes maternos y tus hijos lo desarrollaran a través de la relación contigo)
Solicita a tus ancestros: Pido permiso para hacerlo diferente, no mejor ni peor, simplemente diferente. (Esto es algo que los ancestros comprenden) Gracias (x3) Hecho está (x3)
Respira profundamente sintiendo como tus ancestros te dan permiso para que hagas las cosas de una manera diferente
Si tienes hijos solicita ahora a tus ancestros y di: Os solicito humildemente permiso para que mis hijos y las generaciones venideras puedan hacerlo también de forma diferente, ni mejor ni peor, simplemente diferente. Gracias (x3) Hecho está (x3)
Visualiza a tus hijos y siente como tus ancestros, que también son los suyos, dan permiso a todas las generaciones venideras a partir de ti misma para cerrar esa programación en sus vidas.
Visualiza uno a uno a tus hijos en función de los que tengas y di: Yo (Tu nombre legal) bendigo a mi hijo/a (Su nombre legal) y le doy desde mi más profundo amor almico la energía prospera de la abundancia, quedando libre de cualquier programación de carencia o escasez desarrollada a través de la relación con mi femenino como madre, restableciendo así el poder de la Tierra en su ser. Gracias (x3) Hecho está (x3)
Cerrar y cancelar programaciones erróneas, es algo que puedes hacer siempre que detectes que una programación te está limitando, no es necesario que estés inmersa en un trabajo concreto, simplemente si detectas una programación limitante, cancélala.
Rito de paso de la consciencia del poder de la tierra – 7 días
Tengo una duda, se hace la sanacion de maría magdalena y luego el rito de paso por 7 días o primero se hacen 7 días de sanacion con maria magdalena y una vez finalizado eso se realiza por 7 días el rito de paso, que tenga una linda tarde.