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TERCER SEPTENIO (15 A 21) - Cimiento de los ideales, las propias verdades y metas, estructuración del sentido de la vida individual y trascendencia
Empezamos a atravesar un umbral, la maduración terrena, tanto en el ámbito de lo sexual, como en la realidad global terrena. Se inicia el proceso de desarrollo de la propia identidad, surge la conquista de una relación nueva entre YO y EL MUNDO, hay una mayor consciencia.
Es un tiempo en el que estamos en un despertar para la acción en el mundo, enfrentándolo y penetrándolo a partir de su interior, impulsado por ideales y metas. Al mismo tiempo vivenciamos el ser juzgado por el mundo, y esto nos lleva a un sentimiento de soledad y de que “nadie me comprende”. ¿Dónde me sitúo?, ¿Cuál es mi lugar en el mundo?, ¿Que piensan los otros de mí?
Por un lado estamos desarrollando, buscando la propia identidad, desde nuestro interior, y por otro lado requerimos de los amigos, guías, que nos ayuden a encontrar metas terrenas en nuestro existir, lo que es esencial y verdadero en nosotras.
Por primera vez, vislumbramos la imagen ideal de ser humanos.
1ª Etapa: (14 a 16 años)
-Adolescencia en los niños: Conquista del mundo exterior, aventuras, viajes, interés científico, libros de aventuras, descubrimientos.
-Adolescencia en las niñas: Se profundiza el mundo interior del alma, importantes son las relaciones entre personas, los impulsos anímicos despiertan nuestro interés. Diario de vida.
Como adolescentes sentimos un abismo que nos separa de nuestros padres. No comprendemos nuestra vida interior y no sabemos hablar de esa incapacidad.
2ª Etapa: (16 a 21 años)
Buscamos una comunidad a la cual pertenecer. Deseamos tener vivencias junto a otros. Nos sentimos bien al sentirnos protegidas por la comunidad de amigos o personas que comparten ideales y metas, pero esta experiencia se debilita, por eso nos gusta mucho discutir y disentir, encontrando en esas discusiones nuevos puntos de apoyo para la construcción de nuestra identidad. En este punto lideramos más las mujeres por la madurez que hemos desarrollado.
Bajo la apariencia de vehemencia y liviandad late un corazón sensible y solitario, que en momentos de soledad recuerda el sufrimiento por la pérdida del paraíso en la infancia y entonces nos revelamos furiosamente contra el mundo, y volvemos a sentirnos solas e incomprendidas.
Es una etapa de reivindicación de nuestra independencia, donde vivimos un proceso interno complicado. Ansiamos ser adultas pero mantenemos aun los comportamientos de la inmadurez de la edad que tenemos.
Es una etapa de confusión, pues tenemos que tomar la decisión de que camino profesional seguir. Aquello que queríamos ser de niñas, parece no tener sentido durante esta etapa y muchas veces no se corresponde con lo que nuestros padres quieren que hagamos.
Cuando esta etapa entre los 16 y los 21 la hemos vivenciado en equilibrio, aquello que sentimos que nos apasiona hacer cobrara fuerza y empezaremos a formarnos en nuestra misión de vida. Si no la hemos desarrollado equilibradamente, será una etapa de confusión, donde en muchas ocasiones acabamos viviendo el sueño de nuestros padres, lo que son o querían ser ellos y no lo han logrado. A través de esta confusión interna podemos acabar por no formarnos en nada y ponernos a trabajar en cualquier cosa, entrando así en la rueda de la supervivencia y la insatisfacción o de formarnos en algo que no nos gusta porque supuestamente es un oficio o carrera que nos va a brindar dinero y éxito aunque no nos guste en absoluto.
Así como entre los 0 y los 14 años perdemos nuestro poder, si el ciclo no se vivencia equilibradamente con los aprendizajes y experiencias correctas, en este ciclo perdemos nuestros sueños si no se vivencia con los aprendizajes y experiencias correctas.
Aunque las adicciones a ciertas sustancias, en la actualidad se inician a más temprana edad, durante este ciclo, en el afán de encajar en el mundo externo y en nuestra “Tribu social”, podemos llegar a desarrollar adicciones perniciosas para nuestro ser y conductas que no son innatas en nosotras para conseguir encajar y ser aceptadas en nuestra tribu social.
En este ciclo manifestamos las frustraciones acumuladas de los ciclos anteriores. Si nuestros padres o uno de ellos no ha sido un referente de equilibrio, si hemos sufrido malos tratos de algún tipo, si nos hemos sentido solas, abandonadas, incomprendidas o no amadas, en la etapa entre los 14 y los 18 años, se manifiesta con toda su intensidad y nos convertimos en rebeldes.
Es un ciclo en el que buscamos la verdad como algo prioritario, buscamos referentes ejemplares y el mundo espiritual en el que vivimos antes de nacer, buscamos el ideal que se convierta en meta.
El periodo de la adolescencia es muy importante porque aunque durante la menarquia se despierta el chakra Kundalini en nuestro útero, durante este ciclo lo que despierta con fuerza es la energía Kundalini que nace desde nuestro chakra uterino.
La energía Kundalini nos llega estimulado por la Tierra a través de las lunas, de ahí la importancia de estar enraizadas al poder de la tierra y de haber desarrollado la consciencia espiritual. La Kundalini sigue el ritmo de las lunas como una fuerza sexual y ello se produce por el estímulo del espíritu desde el útero de Gaia.
No es hasta que el cuerpo de sensaciones está formado, que el espíritu toma impulso y se proyecta desde el útero de Gaia, encendiendo la chispa en nuestro chakra Kundalini uterino, que expande la energía Kundalini hasta la base de nuestra columna vertebral (Chakra sacro) y asciende por nuestra columna hasta la glándula pineal. En el cuerpo astral circula la energía Kundalini desde el interior de la Tierra.
Hay 3 tipos de Kundalini que experimentamos en nuestros ciclos:
-En el segundo ciclo durante la menarquia despierta el chakra kundalini con la energía Kundalini de Gaia, lo que fortalece nuestra consciencia del poder de la Tierra y da apertura al desarrollo de nuestra consciencia espiritual
-En el tercer ciclo despierta la energía Kundalini física, conocida como el fuego de la Kundalini y se pone en circulación
-En el cuarto ciclo, con el despertar de la pureza de corazón, despertamos la Kundalini de la Madre Divina (Ondas partículas cargadas de vitalidad de la naturaleza y de la creación)
En este ciclo desarrollamos el tercer chakra o Plexo solar. Este es el chakra relacionado con la autoestima, la personalidad y el intelecto. Es nuestro poder interior manifestado en el exterior, la relación con nuestra energía del sagrado masculino, nuestra concentración y nuestra actividad mental, nuestro fuego para activar en la vida, la elevación de nuestro ego al alma, el trabajo de conciencia que hacemos desde el compromiso.
Es el centro de acción y creación. Éste claramente, es un centro que se extiende hacia fuera y permite que la energía se manifieste en la realidad física. Podéis compararlo con el sol, la efusión de los rayos, y el poder de la luz amarilla del sol (el color natural del tercer chakra es amarillo). En el plexo solar sus impulsos internos y estímulos se transforman en manifestaciones externas. Es el chakra de la acción y de llevar hacia el exterior. También es la morada del ego, significando la personalidad terrestre, sin implicación negativa. La energía predominante es masculina.
Cuando no lo desarrollamos equilibradamente durante este ciclo, produce problemas en el sistema digestivo ocasionando sensación ácida y daños estomacales como úlcera, aumento de grasa en la zona del estómago y produce personas adictas con graves complejos de inferioridad. Son personas que sienten sensaciones de insatisfacción y de infelicidad y siempre se muestran cansadas.
Todo el mundo cree que es muy complicado saber cuál es nuestra misión de vida, en realidad, solo tienes que recordar cuando tu alma te decía de niña “Me gustaría hacer esto de mayor”
Tu misión es aquello que desde niña se te ha dado bien con facilidad y por vías naturales. Es ese sueño que el mundo adulto te quita con todos los condicionamientos en los que te envuelven.
En el 3r septenio hay que averiguar cuál es tu misión de vida y es el ciclo de la expansión de tu poder interno al mundo. En este ciclo es cuando desarrollamos la consciencia cristal.
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Consciencia cristal (Crística): Esta es la hoja inferior izquierda. La consciencia cristal es el amor como un sentimiento elevado. Aunque nuestras experiencias durante este septenio han sido como una montaña rusa con la adolescencia y sus cambios la base de haber desarrollado correctamente el poder de la tierra y haber cerrado ese ciclo con el aprendizaje del amor y la confianza y el haber iniciado y acabado nuestro segundo ciclo habiendo aprendido a relacionarnos con el mundo desde ese amor y esa confianza desarrolladas en nuestro primer septenio, hace que al inicio de este tercer septenio empecemos a desarrollar el cómo tenemos que manifestar este ciclo.
El tercer septenio es el ciclo de los cambios y en el que cerramos la trinidad cíclica de los cambios físicos. Terminamos este ciclo habiendo finalizado nuestra maduración física, habiendo manifestado nuestra independencia personal y si lo cerramos habiendo asumido los aprendizajes y sin arrastrar aspectos inconclusos de los dos ciclos anteriores, salimos habiendo alcanzado una buena maduración terrena y preparados para iniciar nuestra maduración almica desde el corazón. Empezamos a vislumbrar nuestra verdadera identidad.
Cuando desarrollamos este nivel de consciencia, el nivel Divino se expande más allá del nivel puramente emocional, ampliado a toda la humanidad y la vida, el amor que se genera con el fuego místico interno que a su vez nutre y estimula. Todos los místicos, cuando hablan sobre sus experiencias de amor, hacen referencia al fuego interno la Kundalini, llama ardiente en el amor, el cual alimenta el fuego del amor del Dios interno e irradia su calor en forma de amor por la humanidad.
Según la filosofía esenia a los 21 años la persona cerraba este ciclo sabiendo cuál era su misión y habiendo sido instruida por sus maestros en ella. En el sistema patriarcal instaurado en la Tierra, la mayoría de las personas llegan a los 21 sin saber a qué ha venido, que hacer o a que dedicarse. Llegamos con la confusión y la inseguridad de dos septenios inconclusos en aprendizajes.
La consciencia cristal es el amor de corazón abierto, generoso y valiente, entregado, cálido y que nos hace vivir desde el corazón, haciendo que el centro del corazón que guía nuestras acciones y nuestros pensamientos nos sumerja en el amor desde el servicio y el corazón.
Poder de la Tierra + Consciencia espiritual = Consciencia crística o consciencia cristal = Coherencia, transparencia, amor en acción
A los 19 años se transita por una crisis existencial porque tú Yo espiritual se acerca. Se proyecta el ángel que está dentro de ti como un sentimiento interior y te muestra tu misión como sentimiento o intuición. Es entonces cuando empiezas a darte cuenta, según tu nivel evolutivo, de lo que tienes que hacer en la vida y de porque estás aquí y ahí se da un cambio ante lo que deseas y en tu forma de ser.
El espíritu deja la impronta interior de lo que conquistaste en otras vidas para que puedas evolucionar y seguir tu camino. A los 21 años se acopla el cuerpo mental causal, es decir el cuerpo astral se acopla a la mente racional. Este es un proceso poderoso que cada una vivirá según su grado evolutivo en ese momento, donde se alcanza la visión completa de la misión de vida.
En este ciclo desarrollamos:
El equilibrio de las emociones
Potenciar y nutrir nuestras pasiones
Trabajo en equipo
El Yo soy
La comprensión holística de la vida
El compromiso
Preparación para desarrollar nuestra misión y profesión (A veces nuestra profesión es parte de nuestra misión otras veces no)
Una correcta educación sexual
El respeto a nuestro cuerpo como el templo sagrado de nuestra alma
Servicio desinteresado, algún voluntariado
Contacto con la Madre Tierra
Es recomendable realizar ejercicio para que la energía Kundalini física circule
En este ciclo se activa:
La Kundalini física
El cuerpo de luz a nivel mental
Los logros de esta vida
El cuerpo astral activara el pensar
El cuerpo emocional las pasiones
El cuerpo físico la disciplina
Para hacer una toma de conciencia pregúntate a ti misma (Anota las respuestas en una libreta para que después puedas reflexionar y hacer la toma de consciencia de porque este ciclo no está cerrado):
1. Cambios físicos en tu cuerpo. ¿Cómo los enfrentaste?
2. Despertar sexual. Homosexualidad, Heterosexualidad o Bisexualidad
3. Enfermedades de la época, accidentes, medicamentos, drogas, tabaco, alcohol, otras dependencias.
4. ¿Tenías depresiones, explosiones de ira, ideas de suicidio?
5. ¿Cuál era tu relación con la alimentación?
6. Ideas, ídolos. ¿Pertenecías a partidos políticos u otros grupos?
7. Responsabilidades fuera del ámbito escolar
8. Intereses. Formación. ¿Eras buena alumna? Materias por las que te interesabas.
9. ¿Cómo elegiste tu profesión? ¿Estaba vinculada a tus potenciales innatos y a lo que decías que querías ser de niña? O por el contrario ¿Tu elección estuvo influenciad por tus padres o porque pensaste que era una profesión que te aportaría buenas ganancias económicas?
10. ¿Cómo era tu círculo de amigos?, ¿Te aceptaban o no?
11. ¿Había trabajos que hacías por propia iniciativa y con alegría?
12. ¿Hubo vocaciones o capacidades que no pudiste desarrollar?
13. ¿Tenías tu propio espacio físico y anímico, tu privacidad? En qué ámbitos te sentías libre y en cuales no
14. Tu carácter, tus tendencias
15. ¿Tenías tu vida privada, tus secretos?
16. ¿Tus padres te apoyaban o combatían?, ¿Cómo era la relación con tus padres?
17. ¿Hubo personas que representaban un ideal o ejemplo?
18. ¿Había personas en las que confiabas o te entendían?
19. ¿Cuáles eran tus lecturas preferidas?
20. ¿Hacías deporte?, ¿Te gustaba viajar?
21. ¿Hiciste la comunión? Tu vida religiosa
22. ¿Tenías amigo/a íntimo/a?
23. ¿Podías expresar tus sentimientos?
24. ¿Cómo te manejaban con el dinero?, ¿Ganabas para tus necesidades?
25. ¿Cómo era tu relación con la verdad?
26. Cómo despiertas al mundo laboral ¿por necesidad, empujado por los padres, por motivación personal?
27. ¿Cuáles eran tus planes de vida?
28. ¿Tuviste un cambio interno o externo alrededor de los 18 años?
29. Fuerzas o lastres de este período
30. ¿Qué miedos desarrollaste en este ciclo?
31. En este momento ¿En qué aspectos sientes que este tercer ciclo ha marcado tu vida?
32. ¿Qué miedos desarrollaste en este ciclo?
33. En este momento ¿En qué aspectos sientes que este tercer ciclo ha marcado tu vida?
34. ¿Qué aspectos de este ciclo crees que no has podido cerrar y has ido arrastrando a los siguientes septenios?
35. ¿Ves alguna similitud con los dos anteriores septenios del porque no pudiste cerrarlo?
Anota tus respuestas en tu libreta y reflexiona sobre ellas intentando realizar el proceso de comprensión del porque no cerraste este ciclo.
Haz un esquema del tercer septenio, con los acontecimientos más devastadores o que te dejaron más marcada en ese ciclo y cuales crees que fueron los detonantes de no cerrar ciclo
Toma la lista de los miedos que desarrollaste y escribe para cada miedo:
La causa que lo creo
El efecto que tuvo durante el tercer ciclo
El efecto que ha tenido a lo largo de los siguientes ciclos
¿Son los mismos miedos que desarrollaste en los septenios anteriores o incorporaste alguno más? ¿Cuáles?
Cuestiona cada uno de esos miedos y si tiene algún sentido que sigas manteniéndote en él
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Trabajando con María Magdalena
Tras haber realizado la toma de consciencia a través de las preguntas sobre las que hemos reflexionado
Abre tu espacio sagrado invocando la presencia de María Magdalena
Pon tus manos en tu chakra corazón
Visualiza una esfera de luz dorada en el centro de tu corazón
Solicita a la Maestra: Amada Maestra María Magdalena, solicito tu asistencia y guía amorosa para que me brindes la información de la que no soy consciente del ciclo de mi tercer septenio, para poder aprender, sanar, liberar y cerrar ese ciclo que en este sagrado ahora tiene que cerrarse para el bien más elevado de mi desarrollo humano y espiritual
Respira profundamente 3 veces llevando, con el poder de la intención, la respiración hasta tu plexo solar
Siente como de tu plexo solar se extiende un cordón de luz dorada, que se extiende en sentido descendente a través de tus chakras inferiores hasta el corazón de la Madre tierra y te enraízan a ella. Visualiza la triple llama Magdala en tu plexo solar
Siente la presencia de María Magdalena
En este momento se abre la comunicación con la Maestra que va a brindarte la información de todo aquello que necesitas aprender, liberar y sanar de tu tercer septenio
Puedes preguntarle lo que desees al respecto, pedirle que te aclare in situ aquello que te cree dudas y pedirle pautas de trabajo consciente para poder cerrar y dar por acabado ese ciclo
Recoge las respuestas a través de la escritura (abriendo los ojos para escribir) o grabarte con el móvil (Si ves que te dispersas al abrir los ojos)
Solicítale ahora que te brinde la información de aquellos aspectos pendientes para el desarrollo completo del tercer nivel de consciencia, la Consciencia crística
Cuando finalice la comunicación, solicita a la Maestra que equilibre tu plexo solar y sane la energía residual contenida en ese centro energético con la triple llama activa en él, para que puedas trascender el ego y que te ayude a hacer el proceso de comprensión de todos los aspectos inconclusos de este tercer septenio (Tanto de los que tú has tomado consciencia en el primer ejercicio, como de los que te ha develado ella porque tú no eras consciente)
Solicítale las pautas de trabajo específico que tienes que llevar a cabo de forma consciente, tanto para asumir los aprendizajes y cerrar ciclo como para desarrollar de forma consciente la consciencia crística
Al finalizar, agradece a la Maestra y cierra el espacio sagrado. Permanece unos minutos en absoluta quietud, permitiendo que la energía sanadora de la Maestra circule por tu cuerpo
Si detectas alguna programación errónea desarrollada en este septenio corta esa programación: Yo (Tu nombre legal), aquí y ahora entrego la programación errónea que desarrolle en mi tercer septenio. Jamás me ha pertenecido, jamás la he necesitado y hoy corto y cancelo aquello que jamás ha estado en mi esencia, liberándome de esta programación. Gracias (x3) Hecho está (x3)
Ejercicio para unificar los cuerpos:
Enciende una vela blanca y pon un vaso de agua y di: Esta luz y esta agua son para unificar los cuerpos de (Tu nombre legal). Unifico mis cuerpos mental, emocional, físico, espiritual y energético. Gracias (x3) Hecho está (x3)
Respira profundamente sintiendo como tus cuerpos se unifican
Bébete el vaso de agua y deja consumir la vela
Rito de paso de la consciencia de cristal – 7 días
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