En un mundo que habla del despertar de la consciencia, nos hemos enredado en falsos conceptos y en falsas ideas. Vivimos en el olvido de que somos Espíritus viviendo en la Tierra y que, lo que hemos venido a aprender, es a ser humanos, no Espíritus, eso ya lo somos.
Vivimos en un mundo en el que parece, que si no estudiamos técnicas "espirituales", si no meditamos, si no somos Maestros de una cosa u otra; si no nos vestimos de blanco y vamos diciendo "Namasté", no tenemos consciencia.
Nos convertimos en adictos al trabajo interior y, la mayoria de las veces, no es para conocernos mejor y ver como podemos mejorar, sino que nos pasamos años y años trabajando las mismas heridas, las mismas distorsiones y las mismas programaciones, para llegar a un punto en que la conclusión es: ¡Me he trabajado mucho esto y no lo he sanado!
Cada día surgen 5000 técnicas nuevas y por inercia la gente lo va probando todo. No me malinterpretes, todas las técnicas aportan cosas y cada persona necesita cosas distintas en momentos distintos de su vida, pero al final esto se convierte en un bucle que no se desenreda.
Al igual que hay personas que necesitan basar su fe o su interior en la religión, hay personas que necesitan basar su fe y su interior en lo "espiritual" En realidad no hay mucha diferencia. Hoy en día la espiritualidad está brindando tantos conceptos erróneos como la religión lo hizo en su momento. Seguimos creyendo en las historias inventadas por hombres sobre la vida de este Maestro o el otro y sin darnos cuenta, seguimos viviendo el presente con los paradigmas del pasado.
Nos inventamos los sintomas del despertar y nos ponemos la armadura de los salvadores de la humanidad. ¡Tú no puedes despertar a nadie, ni has venido a salvar a nadie! Tampoco nadie te va a despertar, ni te va a salvar. Tú has venido a aprender a ser humano y eso implica, que has venido a ser responsable de ti mismo o de ti misma. Has venido a conocerte, a conectarte con lo que tú eres, a aprender a vivir y a convivir, no solo con otros seres de tu especie, también con el resto de especies y con el planeta en el que vives.
La consciencia es lo que eres. El amor, es lo que eres, lo que ocurre es que al nacer en la Tierra nos enredamos en esta dualidad maravillosa que nos permite experimentarnos de formas distintas.
No tienes que desarrollar la consciencia y el amor, tienes que recordar que eso, ya lo eres de esencia y, si andas enredado o enredada en el mundo de las emociones porque, de una forma consciente o inconsciente, elegiste vivir una serie de retos en tu vida o en tus vidas que fueron complicados y dolorosos, obsérvate, comprende y gestiona esas emociones. Sacudete lo que no te sirva y no te haga bien.
Cada ser humano encarna con una conciencia y la conciencia que traen fresquita hace que, de forma natural, vivan desde ella. Así, un ser consciente, vive con naturalidad el no juzgar, no criticar, no hacerle daño a nadie, se manifiesta en el mundo como una persona que siempre da lo mejor de sí mismo, ayuda a quien puede, deja bonitos recuerdos y un bonito legado para los seres que lo conocen y sí, algunos tienen la inquietud de llegar a grupos más grandes de personas y se dedican profesionalmente a ello; y ojo, no digo que sean personas que trabajan en el mundo "espiritual"
La consciencia de estas personas las lleva a recoger la basura que se encuentran tirada cuando van a la montaña, a regalar una sonrisa cuando entran en el metro atestado de gente y sí, a no centrarse en todo lo malo que pasa en el mundo o en su vida. No son personas que entran en las redes sociales a faltar al respeto a nadie, ni tampoco dan "su humilde opinion" cuando nadie se la ha pedido, ni intentan convencer a nadie de que ellos tienen la verdad absoluta y escuchan las opiniones ajenas, aunque ellos no estén de acuerdo con esas opiniones.
Generalmente las personas que tienen consciencia pasan por la vida descalzos y de puntillas, sabiendo que cada Espíritu, tenga la forma que tenga (personas, lugares, animales, árboles etc.) son sagrados y son pedacitos del mismo Gran Espíritu que ellos son, y saben, que cada quien eligió una aventura y una forma de aprender o no aprender en esta maravillosa Tierra.
La conciencia pasa por respetar lo que cada quien eligió, porque cada espíritu, sabe de antemano, antes de nacer, en el terreno que ha decidido esperimentarse.
Todos los seres que profesionalmente se dedican a brindar herramientas desde este mundo denominado "Espiritual", son maravillosos y estoy convencida de que lo hacen desde el amor y el buen hacer de su corazón, yo me incluyo entre ellos, pero es importante que entendáis que:
Las herramientas son un medio para que tú decidas aprovecharlas y sanarte, conocerte etc. a ti mismo o a ti misma
Nadie puede hacer que te transformes; eso solo puede elegirlo y llevarlo a cabo tú, aunque otras personas te brinden herramientas
No eres más consciente porque medites, hagas terapia o estudies muchas técnicas. Eres consciente cuando eso se refleja en tu vida con tus pensamientos, palabras, acciones y sentimientos
Y sí, por supuesto que tienes que tener algun momento diario donde entrar en ti y escucharte. Un espacio en el que te permitas conocerte a ti mismo/a y pasar tiempo contigo mismo/a, pero cada ser aplica ese tiempo consigo mismo de formas distintas. Quizá te gusta cocinar, o tejer, o pintar, o escribir, o hacer pasteles etc. y esa sea tu forma de estar contigo en tu interior.
Hemos venido a vivir, a disfrutar, a compartir, a amar... Entonces ¿Por qué te complicas la vida y te atrapas años y años, en etiquetas y emociones absurdas en lugar de simplemente entregarte al arte de vivir?
Crees que si Dios, el Gran Espíritu, la Gran Consciencia, el Universo o como prefieras llamarlo, quisiera experimentarse en la Tierra con la misma supraconsciencia que es en sí misma, ¿se dividiría en millones de almas, que a su vez encarnan como espíritus y son su forma de experimentarlo todo?
Entonces ¿Qué sentido tendría venir a aprender a ser humanos? Cuando mueres vuelves a ser la totalidad y recuperas la globalidad de la consciencia que eres. Te dicen que has venido a iluminarte, pero es que tu ya eres luz y eres todo eso que te pasas la vida intentando desarrollar. ¡No desarrolles, simplemente recuerda y sostén lo que eres! Este es el reto más grande que tienes en tu aprendizaje de ser humano.
Los seres humanos vivimos en el reino del Espacio Tiempo. Este es el reino de la experiencia individual de la Divinidad que somos. Es el reino de los retos, de la dualidad, de la polaridad, del tiempo lineal y, para hacerlo más divertido e interesante, del olvido cósmico de lo que somos en realidad.
Somos tan extraordinarios, que tenemos la capacidad de manifestar aquello que hay dentro de nosotros. Lo más maravilloso es que dentro de nosotros está todo y las elecciones que hagamos de forma consciente o inconsciente, también son nuestra responsabilidad.
Cuando en tu casa se llenan los cubos de basura, simplemente, atas las bolsas y las llevas a sus contenedores de basura correspondiente. ¡No es ningun drama! Ok, haz lo mismo con todas esas emociones que has acumulado dentro de ti; ¡Ata las bolsas y al contenedor de la basura!
Lo que no te guste de ti ¡Cámbialo!
Lo que no te guste de tu vida ¡Cámbialo!
Lo que no te sume ¡Suéltalo!
A las personas que no te sumen porque están en otro tipo de experiencia diferente al tuyo ¡Respetalos, pero suéltalos!
Comprende que eres una expresión de la Divinidad encarnada en ser humano. No hay nada malo en ti, ni tampoco eres un ser pequeño e insignificante. Eres exactamente lo mismo que la Gran Consciencia es. Sentirte pequeño solo te lleva a empequeñecer y a desvalorizar a tu propio espíritu, tu propia vida y tu propia existencia.
Todo lo que no te gusta de ti o tus sombras, no son más que aspectos que has desarrollado para experimentarte y la mayoria de las veces para protegerte. Eres LUZ, te lo repito. Eres un 99,999999999 de energía y solo un 0,000000001 de materia. Si sigues centrándote en tu basura emocional, no tienes tiempo de conectarte con la luz que eres.
Así que simplifica, déjate ser desde tu grandeza; Vive, Ama, Disfruta, Comparte, Goza y deja de perderte en un bucle, que no te lleva a ninguna parte.
¡Se tú autenticamente y ve soltando al personaje!
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